La carretera federal es sinuosa, con curvas cerradas y debajo de cada desfiladero está la promesa de un río o una pequeña prensa.
Ya estando arriba, en las montañas, comienzan los restaurantes de truchas, la barbacoa y las cabañas de descanso.
El camino y la oferta esta tan igual como hace quince años, lo que cambian son los tipos de autos.