Ahora que lo reflexiono más, tener nuestra propia catacumba emocinal es bueno.
Así podemos ir depositando los esqueletos emocionales y darles un trato digno según nuestros límites.
Ahora que lo reflexiono más, tener nuestra propia catacumba emocinal es bueno.
Así podemos ir depositando los esqueletos emocionales y darles un trato digno según nuestros límites.